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Saturday, May 21, 2011

21st of May – Successfully reaching the great roads of Lithuania


127,78 km Ergli – Rokiskis

Finally I was able to get to the next country. It took me more days than expected. I experienced horrible roads and drivers, and really nice people, but I made it out of Latvia.

I woke up quite early for what I´m used to, but I really wanted to get going, and leave the unpaved roads behind. I basically rode till a village called Jekapils. There the road was a bit confusing so I asked in a fast food place for directions and some water. As I was hungry I also ate there. Usually I don´t eat in fast food places, but it´s a chain I´ve seen since Finland and seemed very popular. It turns out that Hessburger is nothing special.

In this village I decided to find a bookshop, and buy the Little Prince. It was easy to find the shop, but the clerk didn´t really want to understand me. I went out of the place and I asked a young mother to help me. Thanks to her in less than 2 minutes I bought two editions of the book.

I continued my way and I didn´t really stop much. Of course I ate, but nothing else. After Bizic, I had to take 
a road, famous for being really bad, the P72. Of course it was horrible but it was not worst than others I have gone through in this country, actually it might have been better.

A funny thing in this country is when you ask how the roads are. If it´s paved, even with lots of wholes, they say it´s good. When is not paved they say it´s “variant”, as it can change from one day to the other. If it´s rainy they get muddy, and if lots of cars pass, it´s quite even. So I found the logic understandable, but I would not say that I´ve been through good roads in this country.

On the moment I crossed the border the road changed completely. It´s unpaved till the border, and afterwards it´s great. I love Lithuanian roads! Since I got here, I got pretty fast to Rokiskis, the place where I´m staying. Here I met 2 members of the Young Leaders Club (this is their webpage). They do lots of 
international exchange events, so if you are interested they will be happy to be reached.

They showed me a mansion, which now it´s museum. There I learned about Lithuanian and local history. I didn´t know much, so it was interesting. I didn´t know that once this country was so big that had borders with Hungary. But the most interesting thing was an exposition of Liongina Sepka, an artist who did wooden statues. This carver has many of his works in a big park nearby, which I saw later.

They gave me a copy of the Little Prince in Lithuanian. Thank you very much! And they took me to a guest house they have a deal with, where I´m going to spend the night free of charge. But I still had dinner in the house of the president of the club. I cooked for them some Spanish food, and they seemed to like it.

 So even though I met really nice Latvians, I´m glad to leave their roads. This time I checked and the roads in Lithuania seem much better, I hope not to have any surprises.


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My favorite traffic sign in this country, I hadn´t seen ir before, but it means that the gravel road ends and the paved starts.
Mi señal favorita en este país, no la había visto antes, pero significa que termina le camino de gravilla y comienza la carretera asfaltada.

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My bike on the border between Latvia and Lituania, it´s taken from Lithuania, and you can see the difference between the roads.
Mi bici en la frontera entre Letonia y Lituania, está sacada desde Lituania, y se puede ver la diferencia entre las carreteras.

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Me in front of the mansion in Rokiskis.
Yo ante la mansión en Rokiskis.

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One of the sculptures of Liongina Sepka, en el parquet en el centro de Rokiskis.
Una de las esculturas de Liongina Sepka, en el parque en centro de la ciudad.


21 de Mayo – Llegada con exito a las, muy esperadas, carreteras lituanas

127,78 km Ergli – Rokiskis

Finalmente he conseguido llegar al siguiente país. Me ha llevado más días de lo esperado. He sufrido carreteras y conductores horribles y he conocido gente muy maja, pero por fin he salido de Letonia.

Me he despertado bastante temprano para lo que acostumbro, pero tenía ganas de ponerme en marcha, y dejar las carreteras sin asfaltar. Prácticamente no he parado hasta un pueblo llamado Jekapils. La carretera no estaba muy bien señalizada, por lo que parado en un restaurante de comida rápida para pedir agua y direcciones. Como ya tenía hambre también he comido allí. Normalmente no como en estos sitios, pero es una cadena que llevo viendo desde Finlandia y parecen muy populares. Resulta que Hessburger no es nada especial.

En este pueblo he decidido buscar una librería y comprar el Principito. La tienda ha sido fácil de encontrar pero la dependienta no quería entenderme. He salido a la calle y le he pedido a una joven madre que me ayudara. Gracias a ella he comprado dos ediciones en menos de dos minutos.

He continuado mi camino y no he parado mucho. He comido, por supuesto, pero nada más. Después de Bizic he tenido que coger una carretera famosa por ser especialmente mala, la P72. Claro que era horrible, pero no era peor que otras por las que he ido en este país, incluso igual era algo mejor.

Algo gracioso en este país es cuando preguntas por el estado de las carreteras. Si están asfaltadas, incluso con muchos agujeros, dicen que es buena. Si no lo está, dicen que es “cambiante”, que puede cambiar de un día para otro. Si llueve es de barro, y si pasan muchos coches está bastante regular. Así que la lógica me ha parecido buena, pero aun así, no diría que ninguna de las carreteras por las que he ido era buena.

Exactamente al cruzar la frontera la carretera ha cambiado completamente. Está sin asfaltar hasta la frontera, y después está muy bien. ¡Me encantan las carreteras lituanas! Desde que he llegado aquí, he ido bastante rápido hasta Rokiskis, donde voy a pasar la noche. Aquí he conocido a dos miembros del Club de los Jóvenes Líderes (aquí tenéis su link). Hacen un montón de intercambios y eventos internacionales, así que si estás interesado se alegrarán de tener más contactos.

Ellos me han enseñado una mansión, que ahora es museo. En este lugar he aprendido mucho sobre la historia del país. Como no sabía mucho ha sido muy interesante. No sabía que este país había sido tan grande, que una vez tuvo frontera con Hungría. Pero lo más interesante ha sido una exposición de Liongina Sepka, un artista que hacía estatuas de madera. Este escultor tiene muchas de sus obras en un parque en el centro del pueblo, y lo he visitado más tarde.

Me han regalado una copia del Principito en Lituano. ¡Muchas gracias! Y me han llevado a un albergue con el que tienen un pacto, donde voy a pasar la noche gratis. Pero he cenado en la casa del presidente de esta organización. Les he preparado una tortilla de patatas y creo que les ha gustado. (Ya sé que siempre preparo lo mismo, pero no se ocurre nada típico, que sea diferente y fácil de hacer, si se os ocurre otra cosa, por favor, decídmelo).

Así que aunque he conocido gente muy maja me alegro de haber dejado las carreteras de Letonia. Esta vez lo he comprobado, y las carreteras lituanas parecen mucho mejores. Espero que no haya sorpresas.

1 comment:

  1. BUeno, pues por fin saliste de esas carreteras horribles. Bueno, los caminos no se ven nada feos en las fotos, al contrario. Pero, claro, para andar en bici, es otra cosa...

    Pues la verdad es que la tortilla es una de las comidas más simples....si se me ocurre algo, ya te diré. ¿Le preguntaste a tu madre?

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